sábado, 26 de abril de 2014

Producción De Petróleo en América

Con los descubrimientos de los nuevos yacimientos de petróleo realizados en los últimos años en la región, América Latina cuenta con el 20 % de la existencia mundial de crudo en su subsuelo. Sin embargo, en cuanto a la elaboración y exportación existe un gran desbalance, dado que los países que más petróleo tienen, no son necesariamente los que lo producen en forma proporcional a su stock.

Entre 2009 y 2011, las nuevas tecnologías de extracción en tierra, pero sobre todo offshore, permitieron encontrar un 20 % más de petróleo en el mundo, mientras que en nuestra región, la existencia creció en un 40 por ciento.
De acuerdo con datos del Seminario Latinoamericano y del Caribe de Petróleo y Gas y del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables del Ecuador, América Latina cuenta con 345.000 millones de barriles de crudo en reservas probadas.

Venezuela:

Venezuela es el quinto exportador de crudo del mundo y vende cerca del 60% de su producción a Estados Unidos. Es el único miembro latinoamericano en la OPEP, donde tiene un papel activo. Desde hace tiempo está en disputa la cantidad de petróleo que extrae el país. El gobierno afirma que se producen 3,1 millones de barriles por día, pero los analistas dicen que -debido a la tensión política- esa cifra ha disminuido. Según la AIE, Venezuela genera actualmente 2,1 millones de barriles diarios.
El hallazgo de nuevos yacimientos en la Franja de Orinoco, permite que Venezuela disponga de 297.000 millones de barriles, casi el 85 % de la región. De esta manera, supera a Arabia Saudita con más cantidad de crudo en su subsuelo.

Las políticas adoptadas desde 1999 por el gobierno de Chávez tendieron a incrementar la exploración, extracción, producción y refinamiento del petróleo, mientras que el descubrimiento permite que esta industria prospere. Sin embargo, la economía venezolana se encuentra muy dependiente de este producto y las fluctuaciones de los precios internacionales han influido considerablemente en la balanza nacional.

México:

Según datos de la AIE, México es actualmente el país latinoamericano que más crudo produce: 3,8 millones de barriles por día. Cerca de un tercio de los ingresos del Estado provienen de esta actividad. Petróleos Mexicanos (Pemex) es una de las grandes productoras del mercado internacional y una de las mayores proveedoras de Estados Unidos. México exporta más de la mitad del crudo que extrae.
México, que cuenta con el 4 % del petróleo de la región, vio declinar la cantidad de petróleo en las últimas dos décadas, aunque un gran descubrimiento en 2009 en la región del Paleocanal de Chicontepec, revirtió la tendencia.
México, por su lado, es el país que debe invertir más para mantener su producción, ya que su infraestructura es obsoleta. El gobierno anunció que destinará 27.000 millones de dólares hasta 2019 para reactivar Pemex.

Pero, para ello va a haber que reformar la producción energética estatal o bien va a ser necesaria una masiva inversión privada, lo que ha levantado numerosas críticas entre los defensores de la histórica empresa estatal. Mientras el Estado mantenga la mayor parte de Pemex, el control de las reservas y las exportaciones, no existe peligro alguno. Sin embargo, la administración pública del recurso debe llevarse a cabo responsablemente, algo que en los últimos años no se realizó, ya que se ha vaciado y desinvertido en la compañía.

Pero, si llegase a vender la empresa estatal, el recurso estratégico que representa el petróleo quedará en manos privadas, debilitando al Estado mexicano.

Brasil:

Con 1,9 millón de barriles diarios, Brasil es el tercer productor de crudo de América Latina según la AIE. La empresa estatal Petrobras es después de Pemex y PDVSA la firma del sector más importante en América Latina. Opera en varios países de la región y tan sólo en Bolivia genera el 20% del Producto Interno Bruto (PIB).
Brasil, en tanto, históricamente se vio forzado a importar la mayor cantidad de petróleo que consume. El crecimiento de sus industrias requiere de cada vez más energía, por eso también elaboró un plan de producción de biocombustibles.
Pero, en 2007 se produjo un hallazgo que revolucionó la industria energética brasileña y en pocos años va a pasar de ser un país comprador a exportar petróleo, con inversiones en el sector de varias compañías, como la local Petrobrás y la china Sinopec.

Tupi fue el primer gran yacimiento en 2007, con 33.000 millones de barriles probados, y el segundo fue el campo Júpiter en 2008, con 12.000 millones de barriles. En total, Brasil posee el 5 % del crudo de la región.

Argentina:

Según la OPEP, este país produce cerca de 800.000 barriles diarios, lo que lo coloca en cuarto lugar en América Latina. La mayor parte del crudo se destina al consumo interno. La ley argentina de hidrocarburos establece que primero debe abastecerse el mercado local y que sólo después se puede exportar la producción remanente.

Bolivia:

La producción petrolera de Bolivia es mínima si se compara con su generación de gas: cerca de 40.000 barriles diarios, según el Ministerio de Hidrocarburos.

Ecuador:

Ecuador es el quinto productor de crudo de América Latina. Datos de la AIE señalan que extrae unos 550.000 barriles diarios. Según el Ministerio de Energía y Minas del país andino, la mayoría del petróleo extraído se destina a la exportación. Las ventas de crudo generan aproximadamente un cuarto del PIB del país. La empresa estatal Petroecuador comparte la explotación con numerosas firmas extranjeras, entre ellas la brasileña Petrobras. Nuevos proyectos de producción en la región amazónica han generado conflicto con los aborígenes que viven allí.
Ecuador vio incrementado en 2008 sus reservas de crudo con el hallazgo de 960 millones de barriles en el complejo ITT. A partir de ahí surgió la iniciativa del gobierno de Correa de llevar a cabo el proyecto ecológico Yasuní-ITT, que consistía básicamente en no explotar el petróleo y a cambio varios países del mundo aportarían un 50 % del costo de la producción, mientras que la otra parte la pagará el Estado ecuatoriano, pero lamentablemente no se pudo implementar.
El 3 % restante de las reservas se encuentran repartidas entre los demás países de la región.

De acuerdo con datos de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Argentina por ahora cuenta con reservas para 11 años, mientras que Brasil tiene para 18, Ecuador para 34, México para 11, Colombia para ocho, y Venezuela para 201 años.

Colombia:

Colombia es el sexto productor de crudo de América Latina. Estadísticas de la AIE indican que extrae 530.000 barriles diarios. La empresa estatal Ecopetrol estima que el país dejará de exportar crudo -actualmente la mitad de su producción- en los próximos años y tendrá que importarlo, a no ser que se descubran nuevos yacimientos pronto.

Empresas Que Administran El Petróleo

PEMEX (México)

Petróleos Mexicanos es la mayor empresa de México, el mayor contribuyente fiscal del país, así como una de las empresas más grandes de América Latina. Es de las pocas empresas petroleras del mundo que desarrolla toda la cadena productiva de la industria, desde la exploración, hasta la distribución y comercialización de productos finales, incluyendo la petroquímica. Durante 2012, sus ingresos totales ascendieron a un billón 647 mil millones de pesos, obtuvo un rendimiento de operación de 905 mil millones de pesos y su inversión ascendió a 311 mil millones de pesos. La producción de petróleo crudo se ha mantenido estable en los últimos años y en 2012 se ubicó  en 2 millones 548 mil barriles diarios y la de gas natural en 6 mil 385 millones de pies cúbicos diarios.
Asimismo, se llevaron a cabo descubrimientos que ayudaron a corroborar el potencial petrolero en aguas profundas y en las cuencas del sureste. Con la terminación del pozo Kunah-1DL se obtuvo mayor información del campo Kunah, confirmando el potencial gasífero en aguas profundas del proyecto Golfo de México B. Asimismo, los pozos Supremus-1 y Trión-1, ubicados dentro del proyecto Área Perdido, cerca de los límites territoriales marinos, y terminados en tirantes de agua de casi 3 mil  metros de profundidad, permitieron ampliar el área de exploración de zonas de aceite de dicho proyecto.
El Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos y sus Organismos Subsidiarios 2013-2017 define el rumbo para cumplir con el mandato de creación de valor y alcanzar la sustentabilidad operativa y financiera en el mediano y largo plazos. A partir de un  cuidadoso examen de la situación actual y del análisis del entorno, se identificaron 15 objetivos agrupados en cuatro líneas de acción: crecimiento, eficiencia operativa, responsabilidad corporativa y modernización de la gestión, así mismo se establecieron estrategias y acciones que guiarán a PEMEX para su cumplimiento.

ECOPETROL (Colombia)

Ecopetrol S.A. es una Sociedad de Economía Mixta, de carácter comercial, organizada bajo la forma de sociedad anónima, del orden nacional, vinculada al Ministerio de Minas y Energía, de conformidad con lo establecido en las leyes colombianas.

PETROBRAS (Brasil)

Petrobras es una compañía mixta  cuyas actividades comprenden la exploración, producción, refinación, comercialización y transporte del petróleo y sus derivados en Brasil y en el exterior.

PETROECUADOR (Ecuador)

PETROECUADOR es una Empresa Estatal integrada, cuya finalidad es la explotación de los hidrocarburos, en un marco de respeto y protección al medio ambiente; acorde con las políticas establecidas por el Gobierno Nacional y bajo el marco jurídico vigente de Ecuador

PETROPERU S.A. (Perú)

PETROPERÚ es una empresa estatal de derecho privado dedicada al transporte, refinación y comercialización de combustibles y demás productos derivados del petróleo.

Petróleos de Venezuela (PDVSA)

Petróleos de Venezuela S.A. es la corporación estatal de la República Bolivariana de Venezuela encargada de la exploración, producción, manufactura, transporte y venta de hidrocarburos.

CITGO (Venezuela)

CITGO es una empresa propiedad de PDV América de forma indirecta, filial de Petróleos de Venezuela, SA, la compañía petrolera nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Desde el año de 1985, CITGO ha vendido sus productos a través de diversos comercializadores independientes.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) (Bolivia)

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos es una empresa petrolera estatal, fundada en los años de 1930,  que participa y administra el ciclo productivo de la cadena de hidrocarburos, a objeto de garantizar el abastecimiento y la seguridad energética del país en beneficio de la sociedad.

Empresa Nacional del Petróleo ENAP (Chile)

La Empresa Nacional del Petróleo fue creada el 19 de junio de 1950 por el Estado de Chile. Su giro comercial es la exploración, producción y comercialización de hidrocarburos y sus derivados, lo cual realiza tanto en Chile como en el extranjero.

YPF REPSOL (Argentina)

YPF (originalmente Yacimiento Petrolíferos Fiscales) fue una empresa estatal cuyos primeros antecedentes se sitúan en el primer decenio del siglo XX. Durante decenios fue una poderosa empresa estatal pero a principios del decenio de 1990 fue privatizada y adquirida por la empresa española Repsol, aunque hoy en día mantiene muy importantes accionistas privados argentinos.  Es líder en la actividad de exploración y producción así como de la refinación, química y venta de hidrocarburos en Argentina. Además de ser la empresa más grande del país, YPF es el principal inversor, el mayor exportador y uno de los máximos empleadores del país.

Saudi ARAMCO (Arabia Saudita)

Saudi Arabian Oil Company es un empresa estatal del Reino de Saudia Arabia, encargada de la producción y comercialización de petróleo crudo, gas natural y productos derivados del petróleo. La familia real de Saudia Arabia y sus funcionarios controlan esta empresa que es fuente fundamental de ingresos para dicha familia y todo el gobierno de la monarquía. 

TEXACO (Estados Unidos Americanos)

Texaco es una empresa dedicada a la producción de gasolina y combustibles para reactores de aceite de motor, lubricantes marinos y anticongelantes. Como su nombre indica, tuvo sus orígenes en explotaciones en Texas desde el temprano siglo XX.

Reservas De Petróleo En América

ESTADOS UNIDOS. La producción petrolera fue de 6,8 millones de barriles diarios en 2005, más que en cualquier otro país del hemisferio, pero el consumo fue de 20,6 millones; la diferencia se cubrió con importaciones de 13,5 millones de barriles diarios (incluyendo derivados) El consumo representó 25% del total mundial. Alrededor de la mitad de las importaciones de petróleo y derivados procede ahora de países del hemisferio occidental.

La producción de gas natural en 2005 fue de 525.700 millones de metros cúbicos y el consumo fue de 633.500 millones, más que cualquier otro país. El consumo estadounidense de gas natural en 2005 representó 23% del total mundial. Cerca de 85% de las importaciones de gas de ese año provino de Canadá. Las importaciones de GNL fueron de casi 15% de todo lo que se entrega por oleoducto, y 75% procede de Trinidad y Tobago. El Grupo de Trabajo de Energía de América del Norte ha concluido que Estados Unidos, y América del Norte en su conjunto, tendrán que depender en el futuro más que hoy día de las importaciones de GNL.

La posición dominante de Estados Unidos en petróleo y gas lo convierte en el foco del análisis energético hemisférico, al tiempo que su creciente dependencia de las importaciones de petróleo y derivados se ha vuelto fuente de cada vez mayor preocupación interna. Esta inquietud se traduce en el discurso político nacional como la necesidad de lograr “independencia” energética, lo cual no es factible en el futuro previsible y tal vez no lo sea nunca, a menos que se produzcan importantes innovaciones tecnológicas. Esta independencia tampoco es factible en el hemisferio en las circunstancias actuales. Estados Unidos genera alrededor del 50% de su electricidad a partir del carbón, lo cual crea considerables gases de invernadero, en particular dióxido de carbono. Otro 20% de la electricidad del país es generado por energía nuclear.

La mayoría de las importaciones petroleras se utiliza en el transporte, y ello explica el actual énfasis en la producción de biocombustibles, en especial etanol, para suplir la gasolina.

CANADÁ. Las reservas probadas de petróleo de Canadá ascienden a 179.000 millones de barriles, las segundas en volumen detrás de las de Arabia Saudita, pero con una salvedad: el grueso de sus reservas es de petróleo no convencional, que puede extraerse de las arenas bituminosas de la Cuenca Sedimentaria del Oeste de Canadá (CSOC). Esta producción es de aproximadamente un millón de barriles diarios y se proyecta que se elevará a 3,5 millones hacia 2025. Este recurso hace de Canadá el proveedor más importante para Estados Unidos y también el más seguro en el hemisferio, y tal vez en el mundo a causa de la amistad y cooperación sustanciales entre ambos países. Más de 99% de las exportaciones de petróleo crudo de Canadá se envía a su vecino del sur.

La producción de las arenas bituminosas se logra con un alto costo ambiental, pues se contaminan enormes volúmenes de agua en los que se realiza la extracción de bitumen, además de que se liberan grandes cantidades de gases de invernadero. El país tiene 1,59 billones de metros cúbicos de reservas probadas de gas (56 billones de pies cúbicos), concentrados en la cuenca.

MÉXICO. Las reservas probadas de petróleo de México son de unos 14.000 millones de barriles, la mayoría crudos pesados ubicados frente a la costa del Golfo de Campeche, en el sudeste. Cantarell, el yacimiento que ocupa el segundo lugar del mundo en términos de producción, aportó 63% de la producción mexicana en 2004, pero ha ido declinando en más de 20% entre enero de 2006 y principios de 2007; a principios de 2007 produjo 1,6 millones de barriles diarios en comparación con 2 millones en 2005. Se hace un gran esfuerzo por moderar el descenso mediante la inyección de grandes cantidades de nitrógeno en el campo y perforando horizontalmente para extraer petróleo de una superficie mayor.

México produjo un promedio de 3,8 millones de barriles diarios de petróleo en 2005, pero a esta tasa de producción, combinada con el descenso en Cantarell, las reservas probadas durarán quizá 12 años —a menos que se den nuevos hallazgos—, de las cuales se han encontrado algunas de poca importancia en años recientes. El gobierno impone un fuerte gravamen a los ingresos brutos de Pemex para financiar alrededor de 35% del presupuesto federal. Esto ha sido necesario porque otras recaudaciones fiscales ascienden a sólo 11% del PIB, en un presupuesto equivalente a un 18% de este. A causa de esta alta carga fiscal, Pemex ha operado con pérdida neta en años recientes; tuvo una modesta ganancia en 2006 a causa de los altos precios del petróleo. Es incapaz de financiar exploraciones en aguas profundas del Golfo de México, donde hay elevadas perspectivas de nuevos descubrimientos; debido a esta escasez de fondos, carece de experiencia en perforación en aguas profundas, en contraste con Petrobras, que tiene gran experiencia en esa actividad.

La Constitución mexicana confiere a Pemex un monopolio sobre la exploración y la producción de petróleo y no permite el financiamiento accionario privado en estas actividades.

Las reservas probadas de gas natural del país son de 0,41 billones de metros cúbicos y si bien la producción de 2005 fue significativa, de 39.500 millones de metros cúbicos, México debe importar gas natural para hacer frente al creciente consumo. Pemex es el mayor consumidor de gas natural del país.

VENEZUELA. Las reservas probadas de petróleo de Venezuela a finales de 2005 eran de 79.700 millones de barriles, las mayores del hemisferio. Serían más altas (hasta 270.000 millones más) si el país lograra contar con el bitumen recuperable de la faja petrolera del Orinoco en la misma forma en que Canadá incluye su petróleo no convencional de sus arenas bituminosas. Sin embargo, Venezuela no ha llegado tan lejos como Canadá en la explotación de este recurso, aunque sin duda esos vastos depósitos serán importantes en el futuro. La producción petrolera es de 3,1 millones de barriles diarios (cifra de PDVSA) en 2005. Ese año Venezuela suministró 1,3 millones de barriles diarios a Estados Unidos, con lo cual ocupó el cuarto lugar en importancia entre los proveedores de ese país (detrás de Canadá, México y Arabia Saudita). Pese a la fricción política entre ambas naciones, cerca de 70% de las exportaciones petroleras venezolanas se destina a Estados Unidos. Hay dos razones para ello: la capacidad de las refinerías estadounidenses de manejar el petróleo crudo pesado venezolano, y el costo relativamente bajo de envío, lo cual es evidente en comparación con lo que se remite a China.

Los altos precios mundiales del petróleo ofrecen ingresos sustanciales a Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, para ocupar un papel preponderante en América latina y en la escena mundial. Venezuela ofrece precios reducidos a países del Caribe, entre ellos Cuba, y ha adquirido bonos para ayudar a Ecuador y Argentina.

Ha propuesto la construcción de un megaducto para enviar gas natural a Argentina, vía Brasil, a un costo que probablemente rebasaría los 25.000 millones de dólares; el futuro de esta propuesta es incierto, por razones económicas, y también porque Venezuela no produce gas suficiente para enviarlo por tal conducto. Sus reservas probadas de gas son altas, de 4,32 billones de metros cúbicos, pero la producción en 2005 fue relativamente modesta, de 28.900 millones. En 2006 tomó medidas para obtener la propiedad mayoritaria de seis proyectos en la cuenca del Orinoco que antes pertenecían en su mayor parte a seis firmas privadas.

BRASIL. A finales de 2005, Brasil contaba con 11.800 millones de reservas probadas de petróleo. La producción y el consumo en ese año fueron más o menos iguales: la producción fue de 1,7 millones de barriles diarios, y el consumo, 1,8 millones. Sólo en años recientes dejó de ser importador de petróleo, en parte por el aumento de producción y en parte por el uso extendido del etanol como combustible para motores de automóviles.

Hoy día el etanol puede suministrar 40% del combustible para autos en el país. La mayoría de los vehículos son de consumo flexible, capaces de funcionar con cualquier mezcla de gasolina y etanol; la mezcla actual contiene 23% de etanol, el cual en el país sudamericano se elabora a partir de la caña de azúcar. El gobierno estadounidense subsidia directamente la producción de etanol, lo cual ocurrió también en Brasil durante muchos años, pero ya no. Estados Unidos cobra un derecho de 54% por galón <3.785 litros) más 2,5% de impuesto de importación ad valorem al etanol brasileño, pese a que Brasil es su proveedor más importante de este combustible. Brasil también realiza investigación en biodiesel fabricado a partir de semillas oleaginosas que se pueden encontrar en la parte nordeste del país, rezagada económicamente. A finales de 2005 Brasil tenía 0,31 billones de metros cúbicos de reservas probadas de gas. Su producción para ese año fue de 11.400 millones de metros cúbicos, y su consumo, de 20.200 millones.

La diferencia fue cubierta en gran parte con importaciones de Bolivia, la cual nacionalizó en 2006 las productoras extranjeras de gas, incluidas las instalaciones propiedad de Petrobras, y también elevó los precios del gas natural. Ha habido hallazgos recientes de depósitos aparentemente grandes de gas en las sondas de Campos, Santos y Espíritu Santo. La perforación en la sonda de Santos fue profunda, hasta de 3.500 metros. La capacidad de Petrobras de emprender perforaciones en aguas profundas merece subrayarse porque es precisamente una habilidad que Pemex no ha desarrollado. Brasil prevé contar con la infraestructura completa para llevar el gas de la sonda de Santos al estado de San Pablo en unos cinco años, y reducir la necesidad de importaciones de Bolivia. Además construye dos plantas para la regasificación de GNL Petrobras es una paraestatal emisora de acciones que se venden en las bolsas de valores, pero el gobierno posee la mayoría de acciones ordinarias. A diferencia de Pemex, Petrobras debe satisfacer tanto a accionistas privados como al gobierno de Brasil.

Aproximadamente 80% de la electricidad del país se produce con energía hidroeléctrica, lo cual necesita el respaldo de plantas generadoras termoeléctricas que requieren importaciones de gas natural y diésel durante los períodos de secas.

ARGENTINA. Las reservas probadas de petróleo de Argentina ascienden a 2.300 millones de barriles (finales de 2005). La producción fue modesta en 2005, 725.000 barriles diarios, y el consumo fue de 421.000 barriles diarios. Las reservas de gas natural a finales de 2005 fueron de 0,50 billones de metros cúbicos. La producción de ese año fue de 45.600 millones de metros cúbicos, y el consumo, de 40.600 millones, más o menos suficiente para el uso interno pero poco para exportar. De hecho, en 2004 Argentina

canceló un contrato para enviar gas natural a Chile, aunque siguió remitiendo un poco durante más o menos un año. El gas natural dio energía a cerca del 55% de la producción eléctrica del país y petróleo para 30% en 2005. En 1997 Argentina ocupó el tercer lugar entre los mayores usuarios de gas natural en el mundo, detrás de Estados Unidos y Rusia. Ha cerrado un contrato para importar grandes cantidades de gas de Bolivia una vez que la infraestructura de esta se haya instalado.

La estatal argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), fue privatizada en 1993, durante la presidencia de Carlos Menem; la nueva empresa se llama hoy Repsol-YPF. En 2004 se fundó una nueva paraestatal, Energía Argentina S.A. (Enarsa), sin capital pero con la autoridad para vender nuevos contratos de concesión costera a empresas privadas de petróleo y gas y colaborar en proyectos conjuntos.

BOLIVIA. La importancia de Bolivia en el campo energético se deriva de sus hallazgos relativamente recientes de gas natural. Las reservas probadas de gas a finales de 2005 ascendían a 0,74 billones de metros cúbicos, segundas en volumen en América del Sur, después de las de Venezuela. La producción en ese año fue de 10.400 millones y casi toda se destinó a la exportación. La mayor parte de los descubrimientos ocurrió en la década de 1990, durante el gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, y fueron seguidos por contratos extranjeros con la paraestatal boliviana, Yacimientos Pe trolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), y la instalación de gasoductos para exportación, en especial Gasbol, que va de Río Grande, al sur de Santa Cruz, en Bolivia, a San Pablo y Porto Alegre, en Brasil, país que ha desempeñado un papel importante para Bolivia al generar 18% de su PIB en 2005.

A partir de 2000, el nacionalismo político creció y se enfocó abiertamente en el papel del gas natural, pero sobre todo en la división de la energía nacional. Hubo manifestaciones callejeras bajo el lema “No al gas”, y dos presidentes, Sánchez de Lozada y luego su vicepresidente y sucesor, Carlos Mesa, fueron obligados a renunciar. Evo Morales fue elegido presidente en diciembre de 2005 y en mayo del año siguiente se nacionalizaron las compañías energéticas extranjeras. En 2007 Brasil accedió a pagar precios más altos por el gas boliviano, y también decidió acelerar la construcción de infraestructura para transportar gas natural de la son-da de Santos a San Pablo y dos instalaciones para regasificar GNL

Aquí es apropiada una mención a Chile porque demuestra los problemas de la cooperación en asuntos energéticos en América del Sur. Antes de la elección de Morales, una evaluación realizada por empresas extranjeras del ramo proponía llevar gas boliviano a un puerto

chileno en el que se transformaría en GNL para envío a las costas occidentales de México y Estados Unidos. La propuesta se rechazó porque el puerto estaba en Chile. Bolivia no vende gas natural a Chile y advierte a otras naciones de no reenviar gas boliviano a ese país. Argentina, como se dijo antes, rescindió un contrato para enviar gas natural a Chile. Perú, como se indicará más adelante, tiene la mayor parte de su gas comprometido para uso interno y para embarques de GNL a México y Estados Unidos. Chile está rodeado de países con gas natural, pero ahora construye una instalación de regasificación para comprar GNL de Asia.

PERÚ. El énfasis actual en Perú está puesto en el gas natural más que en el petróleo. A finales de 2005, el país contaba con 1.100 millones de barriles de reservas probadas de petróleo. La producción en 2005 fue de 111.000 barriles diarios, y el consumo, de 139.000. Las reservas probadas de gas natural a finales de ese año eran de 0,55 billones de metros cúbicos, pero la producción en Camisea, el mayor hallazgo gasífero del país, está apenas en preparación. La expectativa es que Perú será exportador de hidrocarburos en 2007. Su tasa de éxito es de 75% en recientes exploraciones de gas, así que las perspectivas futuras son prometedoras.

Camisea se ubica en la delicada zona selvática del país y ha habido considerable presión, tanto de organismos internos como foráneos, para imponer estrictos controles ambientales. El Banco Interamericano de Desarrollo también insistió en previsiones sociales que beneficien a la población local y condicionó su apoyo financiero a que se tomen medidas sociales y ambientales, postura que fue reforzada por otras entidades financieras que prestan apoyo, como el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento y el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil. Dichas previsiones consisten en destinar aproximadamente 40% de las regalías e impuestos pagados por los operadores de Camisea directamente a los municipios de la zona del proyecto, lo cual abre nuevos terrenos en los contratos sobre gas natural. El gobierno peruano no tuvo que endeudarse para invertir en Camísea.

La primera prioridad para el uso del gas extraído de Camisea será satisfacer las necesidades internas peruanas. También existe un contrato gubernamental con un consorcio de compañías energéticas extranjeras para producir GNL, que se enviará a las costas occidentales de México y Estados Unidos. El desempeño en dos variables clave 1 —por encima y más allá de la extracción exitosa de gas— será crucial para la percepción futura de Camisea: serán eficaces las salvaguardas ambientales a la luz de algunos fracasos iniciales, y será cierto que los fondos designados se distribuirán directamente entre los municipios cercanos?

ECUADOR. Las reservas probadas de petróleo a finales de 2005 eran de 5.100 millones de barriles, terceras en volumen en América del Sur (detrás de Venezuela y Brasil). La producción en ese año fue de 541.000 barriles diarios, y el consumo, de 148.000. Como puede observarse en estas cifras, el país exporta una gran proporción de su producción. Sus reservas de gas natural son bajas y no es un productor significativo.

Ecuador es un país turbulento en términos políticos. Ha tenido por lo menos siete presidentes en los 10 años pasados (sin contar un triunvirato que duró unas horas y un presidente que fue depuesto después de un día). Un contrato con Occidental Petroleum se anuló en 2006 y todavía no hay un veredicto sobre la compensación que se pagará. ExxonMobil abandonó Ecuador y en 2005 EnCana, gran compañía energética canadiense, vendió sus activos a una empresa china.

COLOMBIA. Las reservas probadas de petróleo del país a finales de 2005 eran de 1.500 millones de barriles. Su producción de ese año fue de 549.000 barriles diarios, y el consumo, de 230.000. Las reservas de gas natural a finales de 2005 eran de 0,11 billones de metros cúbicos; la producción, de 6.800 millones de metros cúbicos, y el consumo, también de 6.800 millones. A finales de 2005 tenía reservas probadas de carbón de 6.600 millones de toneladas cortas.

En la década de 1920 Colombia era exportadora de petróleo; en la de 1970 se volvió importadora, pero ahora puede satisfacer su demanda interna con producción propia y deja un modesto residuo para la exportación. Se encuentra ubicada en una región prometedora en hallazgos petroleros, al lado de Venezuela y Ecuador, pero ha tenido menos éxito que sus vecinos. Existe preocupación de que pueda volver a ser importadora y, en consecuencia, sE otorgan términos favorables a los inversionistas. Alrededor de 80% de sus sondas se dimentarias permanece sin explorar. La paraestatal Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) se fundó en 1951 y tiene buena fama de eficiencia. En 2006 se privatizó 20% de la firma.

Durante mucho tiempo, Colombia ha tenido un problema grave en la explotación de petróleo y gas a causa de la destrucción de ductos por la guerrilla y de la violencia y secuestros dirigidos a menudo contra extranjeros que trabajan en el sector energético.

TRINIDAD Y TOBAGO. Las reservas probadas de petróleo a finales de 2005 eran de 800 millones de barriles. Ese año la producción fue de 171.000 barriles diarios. La mayor sombra que proyecta este país en el hemisferio es por su producción de gas natural y sus exportaciones de GNL A finales de 2005 contaba con reservas probadas de gas de 0,55 billones de metros cúbicos y la producción de ese año ascendió a 29.000 millones. Sus reservas de gas representan menos de 1% de las del planeta, pese a lo cual se ha vuelto un importante proveedor de GNL a Estados Unidos; como se indicó antes, suministra a ese país 75% de sus importaciones de ese energético. Esta situación es muy prometedora para la nación caribeña silos expertos en energía de las tres naciones norteamericanas son precisos, a saber, es probable que las tres tengan que apoyarse en mayores importaciones de GNL en el futuro.

Trinidad y Tobago es un pequeño país con una población de 1,3 millones de habitantes, que ha sacado el mayor partido a sus recursos de petróleo y gas, los cuales generan alrededor de 40% del PIB y 50% del ingreso del gobierno; también han generado industrias internas que consumen energía, como las del amoníaco, el metanol y el aluminio para fundición. Estas actividades han producido considerable daño ambiental, problema que debe atenderse.

CONCLUSION

La cooperación en asuntos energéticos es mucho mayor en América del Norte que en América del Sur. Los mejores contrastes son la relación de colaboración entre Canadá y Estados Unidos y la postura antagónica de Bolivia y Chile. Muchos de los problemas irreconciliables con naciones del hemisferio surgen del nacionalismo defensivo, como las turbulentas relaciones de Ecuador con las compañías petroleras foráneas y la negativa de México a permitir la inversión privada en la exploración y producción petroleras. Bolivia estaba dispuesta a enemistarse con Brasil al intervenir por la fuerza en las operaciones de Petrobras para nacionalizarlas. La política energética también sufre por la agitación política en los países, como el derrocamiento de dos presidentes en Bolivia a causa de las ventas de gas natural a extranjeros, y por el desacuerdo en el Congreso en torno a los impuestos a las compañías energéticas foráneas en Ecuador. El presidente de Venezuela declara con regularidad que se propone reducir las ventas de petróleo a Estados Unidos, pero no lo lleva a cabo en la amplitud que proclama porque no existen mercados alternativos que puedan manejar el crudo pesado de su nación. El origen de estas discordancias no es un misterio, pero todas tienen costos económicos para los países involucrados.

Sólo dos de los 11 países mostrados en este proyecto no tienen empresas energéticas estatales: Estados Unidos y Canadá. Esas compañías no son iguales en ninguna forma. Petrobras ha desarrollado un historial envidiable, en tanto Pemex ha sido incapaz de actuar como una tipica compañía petrolera porque el gobierno central la priva de los fondos necesarios para la exploración y producción normales. Las otras firmas estatales varían considerablemente; PDVSA se encuentra bajo mayor control político que Ecopetrol en Colombia.

Por último, existe a menudo una diferencia patente entre los objetivos de los discursos y las acciones concretas para alcanzarlos. Varios presidentes estadounidenses han proclamado el objetivo de la independencia energética, pero se niegan a elevar las normas de eficiencia de combustible. El presidente Chávez anuncia un proyecto para construir un megaducto de Venezuela a Argentina, y bien puede ser que el objetivo real sea el anuncio en sí, porque nada se ha hecho por llevarlo a cabo. Las autoridades mexicanas están hoy de acuerdo en que deben explorar las prometedoras aguas profundas del Golfo de México, pero hasta ahora no han hecho nada por hacer de ello una realidad. El hemisferio no ha sido más capaz de integrar su política energética y cada uno de esos fracasos acarrea costos considerables.



¿Qué pasara con México en el futuro?

México tiene un ‘negro’ futuro petrolero ya que el descenso acelerado en la producción haría que el país sea en un importador neto en sólo 8 años; Pemex es vital para el Gobierno mexicano, pues el 32% de su presupuesto proviene del petróleo.

México, uno de los mayores proveedores de petróleo de Estados Unidos, tiene un gran problema: su producción de crudo está cayendo rápidamente.
En 2008, la producción del país alcanzó un máximo de 3.2 millones de barriles por día, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA). El año pasado, ni siquiera produjo 3 millones de barriles al día.

La razón: el envejecimiento de los yacimientos petrolíferos y años de infrainversión.

Expertos de la industria dicen que México podría reactivar la producción si permitiera una mayor inversión de compañías petroleras internacionales. Pero bajo la política actual, la EIA considera que México tendrá que empezar a importar petróleo en 2020.

Para Estados Unidos, el declive de la industria petrolera de México significa que probablemente comprará más petróleo de Canadá y Arabia Saudita, la primera y la segunda fuente de importación de petróleo para Estados Unidos. México ocupa hoy el tercer puesto.

Y dado que el petróleo es un mercado global, cualquier descenso en la producción de una nación podría significar precios más altos a nivel mundial.

La pérdida de las exportaciones actuales de México de alrededor de 1 millón de barriles diarios sería superior a la cantidad que se pierde debido a las sanciones contra Irán, si bien en un período de tiempo más largo.

Muchos expertos achacan el descenso a la estructura de la industria petrolera de México.

México nacionalizó su sector petrolero en 1938. Desde entonces, compañías como Exxon Mobil, Royal Dutch Shell y BP tienen prohibido asumir una participación significativa en las operaciones petroleras del país. El gigante petrolero estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), ha dirigido el espectáculo.

Pemex es una de las compañías más grandes del mundo, y sus aportaciones representan el 32% de los ingresos presupuestarios del Gobierno mexicano, según la EIA.

Pero la exploración petrolífera requiere de grandes inversiones y los legisladores mexicanos se han opuesto durante mucho tiempo a conferirle a la empresa paraestatal el dinero que necesita para salir y encontrar nuevos yacimientos de crudo.

La diferencia entre la exploración petrolífera en Estados Unidos y en México es sorprendente, señala José Valera, especialista en energía del bufete de abogados Mayer Brown.

El número de pozos perforados en la parte estadounidense del Golfo de México y en la formación de esquisto Eagle Ford en Texas supera en razón de "varios cientos a uno" al lado mexicano.

De hecho, Estados Unidos ha experimentado un resurgimiento en la producción de petróleo, en gran parte gracias a estas dos áreas.

"No hay absolutamente ninguna razón geológica para creer que Eagle Ford termina en la frontera, o que a los mexicanos les tocó el lado seco del Golfo", comenta Valera. "Existe un considerable potencial que no se ha desarrollado".

En los últimos años, México ha hecho algunos pequeños avances para liberalizar su industria petrolera, entre ellos permitir que las empresas extranjeras participen en la licitación de contratos con Pemex.

Una portavoz de Pemex indicó que estos esfuerzos, junto con una reciente duplicación de su presupuesto, permitirán que la compañía pronto aumente la producción.

Sin embargo, los analistas del sector creen que a menos de que las empresas internacionales puedan adquirir participaciones de propiedad en los campos petroleros, la inversión seguirá siendo baja y la producción continuará disminuyendo.

En fechas recientes también se ha hablado de una mayor liberalización del sector, pero la medida enfrenta una fuerte oposición de los sindicatos de trabajadores petroleros del país, los organismos gubernamentales cuyos ingresos dependen de Pemex y de los consumidores mexicanos, quienes se benefician de subsidios a la gasolina.

Como apunta Alejandra León, analista de la industria en la firma consultora IHS CERA en la Ciudad de México, el petróleo "sigue siendo un tema sensible y la política juega un papel fundamental".



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